12 febrero 2014

La Graciosa

Con casi 27 km cuadrados es la mayor isla del archipiélago Chinijo y la única habitada.




Conocida por la amabilidad de sus gentes y sus rincones vírgenes, La Graciosa es el último lugar prácticamente salvaje de las Islas Canarias, un lugar a donde nunca llegó el asfalto (o piche, como decimos los canarios), y a parte de unos pocos vehículos autorizados, sólo puede visitarse a pie o en bicicleta.
En definitiva, es todo un paraíso para los amantes de la naturaleza.





Llegar a La Graciosa ya supone una pequeña aventura.

Primero, hay que llegar la norte de Lanzarote, al puerto de Órzola, y utilizar uno de los pequeños barcos que realizan la pequeña travesía, de unos 25 minutos, varias veces al día, dependiendo muchas veces del estado de la mar.

Ahora mismo hay dos compañías disponibles, Biosfera Express y líneas Romero.
Panorámica de la playa de Caleta del Sebo tomada desde la azotea de una de sus casas.


Después de bordear la punta de Lanzarote por el Roque de los Fariones, las embarcaciones atraviesan el estrecho de mar de unos 2 kms, apodado por los lugareños como El Río, hasta atracar en la pequeña capital Caleta del Sebo, asombrándonos durante el trayecto con la maravillosa estampa que nos ofrecen de una parte, el abrupto “Risco de Famara” lanzaroteño y de la otra, la silueta volcánica y desértica de La Graciosa.





Moverse por la isla es lo más sencillo del mundo, ya que cualquier “graciosero” al que se le pregunte, atenderá con amabilidad y esmero.
Caleta del Sebo se conoce con un simple paseo, pero es tan encantador, que muchos visitantes que llegan con la intención de una corta visita de un solo día, acaban sucumbiendo y optan por quedarse prácticamente todo el tiempo que tenían previsto estar de vacaciones en Lanzarote.







Encontrar alojamiento es igual de sencillo que todo lo demás aquí, a cualquiera que le preguntes te ayudará.
Hay apartamentos y habitaciones para alquilar, incluso por días sueltos, una zona acondicionada para acampada justo a las afueras de las tres calles principales, y la gran ventaja, es que aquí, todo está cerca.
Nosotros te recomendamos que te acerques al restaurante Girasol, que tiene habitaciones y apartamentos, y hables directamente con la dueña, o la llames al teléfono +0034928842118.

Además, hay supermercados, restaurantes, un centro de salud, un cajero automático y hasta un punto de venta de pescado fresco directamente de los pescadores gracioseros.



También puedes contratar por un módico precio los servicios de algún taxi-jeep para que te acerque o recoja a algún punto concreto de la isla. Roque, es el nombre de uno de los simpáticos taxistas gracioseros y su teléfono es +0034638454921.

Fuera de Caleta del Sebo, no hay servicios de ningún tipo, por lo que para explorarla hay que ir preparado. Agua y un tentempié son imprescindibles.



Playas del Salado con Montaña Amarilla al fondo.

Recorrer los solitarios senderos de la isla a pie es todo un placer, por lo que recomendamos que reserves algunos días para disfrutar de alguna de las numerosas calas de arena amarilla que hay diseminadas por toda la isla.

Los senderos para recorrer la isla están bien señalizados, es imposible perderse.

Hay dos principales, uno que bordea prácticamente toda la isla y otro que la atraviesa desde el norte hasta Caleta del Sebo.
Playas de la Fracesa.



Una primera caminata, para abrir boca, podría ser partiendo desde Caleta del Sebo al sur, hasta llegar a las playas de La Francesa y la de Las Cocinas, enfrente de Montaña Amarilla, pasando por la del Salado.

Estas playas del sur de la isla, las más “azocadas” de los vientos, y por tanto de aguas más tranquilas para el baño, son las más frecuentadas por los barcos de turistas, y las vistas de la isla de Lanzarote son insuperables.


Vistas desde el sur de La Graciosa. Lanzarote al fondo.

La parte norte de la isla, exige como mínimo una jornada completa, eso si no llegas y te quedas todo el día fascinado contemplado los islotes de Montaña Clara, Roque del Oeste y Alegranza desde una de las consideradas como mejores playas del mundo, la playa de Las Conchas.


Playa de las Conchas, en el norte de la La Graciosa. Considerada como una de las mejores playas del mundo.
Hay que recordar que esta parte de la isla está más expuesta a los vientos y a las corrientes marinas, por lo que hay que extremar las precauciones a la hora del baño.



Playa del Lambra. Montaña Bermeja e Islote de Montaña Clara al fondo.


La caminata que recomendamos para explorar la zona norte de la isla, sería partiendo desde Caleta del Sebo por el sendero central que atraviesa la isla dejando al lado derecho la montaña de Las Agujas, el punto más alto de la isla con 266 metros, y que conduce directamente hasta la playa de Las Conchas.
Los Hervideros, con los islotes de Alegranza y Roque del Oeste al fondo.










Después de un relajante baño, descanso y el tentempié de rigor, se rodea la montaña Bermeja por el sendero, y se llega hasta la costa, donde podremos disfrutar de unos “Hervideros” donde el agua ataca la costa volcánica con bravura, igual que los de la isla Lanzarote, con el plus de la silueta del islote de Alegranza al fondo.






Retomamos el sendero que comienza a descender costeando para atravesar la playa del Lambra, de arena amarilla salpicada por rocas volcánicas y que cuenta con más de seiscientos metros de longitud.










A unos dos kilómetros de distancia, aunque es muy fácil entretenerse y desviarse por el camino para observar muchas cosas interesantes, se llega al pueblo de Pedro Barba, la otra población de la isla, pero que a diferencia de Caleta del Sebo, no está habitada permanentemente.

Es una zona de veraneo de algunos que se adivinan gente pudiente.



Llegando a Pedro Barba, el otro pueblo de la isla.

Calita, en el Barranco de los Conejos.



Desde Pedro Barba hasta los cinco kilómetros aproximadamente que quedan hasta Caleta del Sebo, el sendero, es más angosto y quizá algo más peligroso, pero encontraremos por el camino numerosas calitas de arena rubia de ensueño donde descansar y entretenernos con un refrescante y revitalizador chapuzón, con una perspectiva de Lanzarote y el Risco de Famara sencillamente fabulosa.


Poco más sabemos describir de un lugar, que a nosotros nos hace sentir como si estuviésemos en el paraíso, y eso que ya La Graciosa no es la que era hace tan sólo veinte años, que fue cuando la conocimos. Así que recomendamos que si tienes que visitarla, lo hagas lo antes posible, no te defraudará.


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