10 mayo 2014

El bosque del Cedro.

No muy lejos del monumento natural de Los Roques, bien señalizado en dirección al noreste del límite del Parque Nacional de Garajonay, cercano a Hermigua, encontraremos el desvío por la CV-14 para llegar hasta el bosque del Cedro.
Este auténtico fósil vegetal viviente, una de las mayores masas forestales de Canarias, junto con las de La Palma y Tenerife, es el último reducto e imagen de cómo eran los antiguos bosques húmedos de laurisilva de Europa y el norte de África.
En el corazón del bosque del Cedro, hay un riachuelo por el que corre agua durante todo el año, algo difícil de ver en Canarias.
La Gomera es considerada por los senderistas canarios como uno de los paraísos del archipiélago, y en la zona del Cedro hay alguno de los senderos que le han dado esa fama.
Adentrarse entre el espeso bosque de laurisilva salpicado de helechas y mohosos fayales, es uno de los placeres que no deberías perderte en esta vida.
A pesar de que los senderos están muy bien marcados, es recomendable no salirse de ellos, pues conocemos historias cercanas de personas que se han perdido en estos enrevesados bosques del Garajonay, que lo han pasado muy mal, incluso durante días, antes de dar por casualidad con alguna salida, avisados quedan.
Es recomendable también llevar algo de abrigo, pues en toda la zona boscosa del Garajonay, puede ser que a pesar de estar en la estación veraniega con altas temperaturas, de repente pueden aparecer las espesas y frescas brumas típicas de estos bosques húmedos. 

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