Corralejo, ya en la isla de Fuerteventura.

Dunas de Corralejo con islote de Lobos al fondo.

En la "Ruta de las Afortunadas" cruzamos ya desde la isla de los volcanes, Lanzarote a la de las dos comarcas guanches, Jandía y Maxorata, que delimitaban su territorio por una muralla construida por los propios aborígenes, Fuerteventura, la isla que actualmente es conocida en todo el mundo por sus fantásticas playas de arena sahariana y por sus vientos casi permanentes, los que, en conjunción, conforman el paraíso que atrae a surfistas de todos los estilos, provenientes de todos los confines del planeta.

Dejamos atrás la inquietante sensación que nos producen los colores negro y blanco que tiñen prácticamente toda la superficie de la preciosa isla de Lanzarote debido a los materiales volcánicos que la formaron y nos sumergimos ahora en unos tonos marrones-rojizos en el interior, y en los amarillos de su costa, proporcionados ahora por su isla hermana, Fuerteventura, la isla más antigua del archipiélago canario, si hablamos desde el punto de vista geológico.


Desde la primera isla se atraviesa muy fácilmente en los ferrys que parten cada hora, el pequeño trecho de mar que separa las localidades de Playa Blanca y la de Corralejo, ya en la segunda.

Vistas de Playa Blanca (Lanzarote) desde el Parque Natural de Corralejo.

Este antiguo pueblo de pescadores, es hoy en día uno de los puntos turísticos de mayor importancia de Fuerteventura, y cuenta con una zona comercial y una avenida marítima repleta de restaurantes.
 Además cuenta con una amplia oferta hotelera, desde hoteles de lujo hasta apartamentos económicos.






Lo más interesante (para nosotros) que visitar en esta localidad turística, es el Parque Natural de Corralejo, (que también comprende la isla de Lobos) a tan sólo unos 5 kilómetros del pueblo, y que cuenta con más de 2.600 hectáreas de dunas de arena amarilla, que por un momento nos hacen tener la sensación de estar en pleno desierto del vecino Sáhara, pero bordeado aquí por fantásticas playas de aguas cristalinas.



Las dunas de Corralejo, las de mayor extensión de Canarias, están compuestas de arena de origen orgánico, es decir, que son el resultado de la disgregación y pulverización de conchas de moluscos y otros organismos con esqueleto externo de procedencia marina.