El Jardín de Cactus, situado al norte de la isla, en la zona tunera de Guatiza, un lugar donde los agricultores lanzaroteños se han dedicado en su mayoría al cultivo de la cochinilla, es simplemente un cactarium dispuesto en forma de anfiteatro, donde se exponen aproximadamente unas mil cuatrocientas especies procedentes de Canarias, América, Madagascar, Marruecos, Etiopía y otras zonas desérticas del planeta.
El objetivo de este espacio no es didáctico, sino que sencillamente busca la estética, como la mayoría de las obras de su autor, Cesar Manrique.
Así que si lo que se busca es profundizar en el conocimiento de la isla, su cultura y tradiciones, esta visita bien se podría omitir, aunque hay que reconocer que el lugar es muy fotogénico.
Además que alberga perfectamente conservado uno de los antiguos molinos de viento de Lanzarote.
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