18 marzo 2014

Los embalses del interior de Gran Canaria.

 
Partiendo una vez más desde el sur turístico de la isla, hay varias carreteras secundarias que penetran sinuosas hacia el interior, ascendiendo entre espectaculares barrancos.
 

Una de esas carreteras, la GC-505, parte desde el cruce de Arguineguín, directamente hasta los más famosos embalses del centro de la isla, el de Soria y Presa de las Niñas.
 

Las vistas a los barrancos de esta estrecha carretera bordeada de escenas rurales, que pone a prueba los nervios de los conductores menos expertos, son fantásticas.
 

Si hay que ponerle algún pero, es que actualmente goza de mucha fama, y que hay una o varias empresas que organizan excursiones en caravanas de jeeps para los turistas más juerguistas, tipo "hooligan-alcohólico-británico", de los que sobran a montones en las zonas más turísticas, que, a parte de provocar algún que otro atasco, usan una estruendosa música a todo volumen para amenizar la visita de su prototipo de cliente, provocando un alboroto que sobra en un lugar donde lo que debería reinar es la paz, la tranquilidad y la armonía paisajística que tanto adora el senderista.
 

Después de un lento pero agradable paseo en coche, que ocupará un par de horas, se llega hasta el embalse de Soria, junto al restaurante Fernando, estratégicamente colocado para recibir a las compañías turísticas de jeeps. Desde allí, puedes acceder al embalse bajando a pie una carretera cortada al tráfico. Sobra decir, que lo más recomendable sería visitar este hermoso lugar cuando se este seguro de que hay suficiente agua.

 
Se puede continuar la carretera GC-505 hasta su finalización, donde se puede contemplar el embalse desde otro punto de vista igualmente hermoso.



Volviendo nuestros pasos, encontraremos el cruce perfectamente señalizado, para llegar a la espectacular Presa de las niñas, por la CG-605.
 
   Por el camino, en ligero ascenso aún, nos iremos encontrando a los lados otros embalses, menores en tamaño, pero igualmente fotogénicos, como los del Salto del Perro o la Presa del Mulato.


 

Por fin, después, de unas cuantas paradas estratégicamente colocadas entre las curvas para fotografiar el paisaje, llegaremos a la Presa de las Niñas, donde hay preparada una zona recreativa y de acampada, con merenderos y fogones, por lo que si buscas paz y tranquilidad, como es nuestro caso, es recomendable acudir aquí entre semana y fuera de época vacacional, aunque sea como sea, vale la pena por ser uno de los lugares que más nos gustaron de la isla.
  
   

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