Betancuria

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aún en el centro de la isla, prácticamente en el lado opuesto al de Caleta de Fuste, desde donde se accede muy fácilmente por la carretera FV-413 que llega directa hasta Antigua, donde conectaremos a través de la secundaria FV-416, en la que divisaremos alguno de los molinos de viento restaurados que nos encontraremos diseminados por toda la isla, para llegar a la FV-30, conocida como la carretera de los miradores, porque comienza a descender la isla, pero a través de las montañas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Después de dejar atrás el nuevo e imponente mirador de Guise y Ayose, del que haremos mención junto a otros en el próximo artículo, llegaremos a la Villa de Betancuria, una de las más bonitas, si no la más, o por lo menos la mejor cuidada, de Fuerteventura.

 

 

 

 

La Villa de Betancuria fue fundada en el siglo XV por Jean de Betencourt, el conquistador de la isla, y ésta, se mantuvo como capital administrativa de las isla hasta 1834.

 

Situada en la convergencia de varios valles, es una de las zonas menos desérticas de la isla, aunque a pesar de ello, sea el municipio con menos habitantes censados de la isla.

 Quizá  por eso no cuente con mucha infraestructura turística, aunque sea la de mayor interés histórico.

 

 

 

 

El principal punto de interés, es la hermosa iglesia de Santa María, reconstruida en el siglo XVII después de haber sido arrasada por los piratas, pero sus inicios datan del S.XV.

 

 

Junto a la torre de la iglesia, hay restaurada una bonita calle adoquinada, donde hay varias tiendas de productos típicos y alguna cafetería para relajarse un rato a la sombra antes de reemprender la ruta.